Día sábado, 16 hs, ciudad de Córdoba,
centro de Argentina.
Desde temprano se ve gente
comparando carne para el asado y bebidas espirituosas para refrescarse, hoy
todos esperamos que Argentina gane y comienza a jugar como viene jugando desde
hace dos años atrás.
Al entrar en twitter encontramos
una tendencia intitulada #ganenonovuelvan, cuando empezamos a ver quienes han
twitteado esto nos damos con un montón de cuentas falsas o boots, nos da que
pensar, ¿quiénes en Argentina no querrán que gane la selección?, es probable
que sean los mismos que tienen el ejército de cyber trolls.
¿Tanto les molesta la alegría del
pueblo?
Si su respuesta, estimado lector,
es un sí rotundo, es porque sabe mejor que nosotros quienes son los nos quieren
ver tristes y hundidos en el barro de la miseria para dominarnos con discursos vacíos
de contenido.
Difícil es, separar el contexto
del partido.
Los dejemos por un momento para
ir al partido.
El calor es insoportable, 38
grados, sin aire acondicionado no se puede estar.
¿Por qué cambiaron la fecha del
mundial?
La plata mueve el mundo.
El partido comienza, Argentina
con la obligación de ganar para soñar con la clasificación a los octavos de
final, México con la misma necesidad.
México sale a morder con la presión
por toda la cancha, esto dura unos 20 minutos, luego el partido se torna monótono,
con Argentina intentando intentar algo.
En un momento hay un tiro libre cerca
del área para los mexicanos, pelota que va casi al ángulo derecho de l “dibu” Martínez
quien vuela y agarra con las dos manos, como los arqueros de antaño, como si
fuera una fotografía de El gráfico en sus años de oro.
De Paul está jugando mal, no
logra dar un buen pase, y pierde varias pelotas, parece que estuviera bajo el
designio de algún hechizo, porque no es a lo que nos tiene acostumbrados en sus
partidos de selección, todo lo contrario.
Montiel y Rodríguez también están
bastante flojos, como si no estuvieran cómodos con su posición en la cancha.
Inclusive a Rodríguez se lo ve dubitativo
a la hora de pasar la pelota, con la sensación de que en algún momento una perdida decante en gol mexicano, de esos goles que te
arruinan el trámite del partido.
Messi tiene que bajar hasta más atrás
de la línea del mediocampo para agarrar una pelota.
Por suerte termina un primer
tiempo que no quedara en la historia de los mundiales.
Comienza el segundo tiempo,
parece que todo va a seguir igual, pero Scaloni mete varios cambios que logran
que el ánimo y la actitud del equipo mejore cualitativamente.
A los 19 minutos Di Maria lo ve
solo a Messi, se la pasa y gol de Lio, golazo, por algo es el mejor del mundo,
el ancho de espada de la selección argentina.
Después del gol la selección argentina
cambia el chip, los que entraron del banco corren todas las pelotas, hacen fouls
tácticos, luchan con ganas, meten y traban, lo que en el potrero le decíamos “poner
huevos”.
Llega el segundo gol argentino,
otro golazo, pelotazo combado de Enzo Fernández desde la izquierda del área grande
que se clava en el arco, inalcanzable para Ochoa.
Argentina juega al contragolpe, México
cansado no puede atacar, ni una sola pelota tiran al arco argentino.
Varios contragolpes argentinos
pudieron terminar en gol, pero el partido sigue su ritmo y finalmente termina.
El calor sofocante continua, pero
al menos esta vez gano Argentina y nos pone muy contentos, sobre todo teniendo
en cuenta el cambio anímico de los jugadores.
Argentina tenía que ganar y se ganó,
pero aún falta otra final para pasar a octavos de final, partido que se jugara
el próximo miércoles 30 de noviembre contra la difícil Polonia de Lewandovsky.
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