Nuestro Resumen
Luego de la derrota del domingo y consiguiente llegada
del neoliberalismo mas salvaje a la presidencia de la Nación, con todo lo que
ello conlleva, hoy juega la selección, de visitante contra Brasil en el mítico
Maracana.
A minutos de comenzar el encuentro las cámaras de la televisión
enfocan como la policía brasilera reprimía duramente a un grupo de hinchas argentinos,
mujeres con niños llorando por la represión, hinchas pidiéndole a la policía
que no les pegue y la respuesta grotesca de una banda de cobardes, más represión.
Los jugadores de la selección se dirigen hacia la tribuna
para frenar la represión, pero en esas cabezas no entran abalas y siguen su
faena.
Los jugadores se dirigen hacia la mitad de la cancha y un
Messi “maradoniano” con un gesto le dice al resto de los jugadores que se van
de la cancha.
¿Se juega el partido?, por el momento es una duda, y nos
recuerda a aquel partido de las eliminatorias pasadas cuando un grupo de imbéciles
ingresó al campo de juego y se quiso llevar presos dos jugadores de la selección,
el resultado, partido suspendido y jugado un año después.
Después de casi media hora el partido, por fin, comienza,
Brasil sale a presionar a Argentina, imitando el juego uruguayo de la fecha pasada,
además apenas un jugador argentino avanza lo bajan con faltas, a De Paul le
pegaron un manotazo en la nariz y amarilla para Gabriel Jesus -figurita de
Brasil quien mientras los jugadores argentinos se iban y no sabían si volvían a
jugar el partido, les hizo burla – el saldo final de la primera etapa fueron
tres brasileros amonestados por faltas y haber tenido las mejores opciones de
gol, pero ninguna tuvo la profundidad suficiente para hacer daño. Dato
importante, Messi está jugando lesionado.
En el segundo tiempo Brasil sigue igual, Messi (lesionado)
sale y es reemplazado por Di María.
Un ataque brasilero termina con un delantero mano a mano
con el “Dibu” Martínez que logra atajarla, zafamos, Brasil esta jugando mejor.
A los 17 minutos de la etapa, un córner desde la
izquierda del ataque argentino, salta Otamendi y de cabeza la clava al ángulo
del arco brasileño, golazo, inatajable.
El partido cambia bruscamente, Brasil sale a empatar y
deja espacios en el fondo, lo cual, ante un equipo como Argentina es una tentación.
Argentina juega un poco mejor, toca y toca la pelota.
De Paul hace expulsar a un defensor brasilero, luego que estele
pegue una especie de trompada, parece que el VAR va a revisar, pero no, un poco
de ayuda arbitral para nosotros y Brasil queda con diez.
En los últimos minutos, Argentina le da la pelota a
Brasil, que busca en vano el empate, termina el partido, ganamos.
Brasil perdió en su casa, lo que constituye un logro histórico
para la selección argentina, al ser la primera en vencer a Brasil de visitante
por las eliminatorias, hecho que, pese a la malaria que se avecina, es un mimo
en el alma.
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