Córdoba, día sábado, mientras tanto en Qatar (la otra parte
del mundo) el mundial continua su marcha.
En el primer turno ganan los Países Bajos a Estados Unidos 3
a 1; en el hipotético caso de que hoy Argentina le gane a Australia, jugaríamos
los cuartos contra los neerlandeses.
Pero los partidos se juegan en la cancha, 11 contra 11 y los
de afuera son de palo, sino pregúntenle al técnico australiano que de antemano
sabe que va a ganar su equipo en base a un partido que le gano a Argentina en
las últimas olimpiadas de Tokio unos años atrás.
¿Cuál será el sustento teórico de esta afirmación? No la
sabemos y tampoco vamos a ponernos a buscarla, en cambio averiguando un poco
quien es el Señor Graham Arnold, entrenador de los “socceros”, nos damos con
que en el partido de repechaje entre Argentina y Australia para ver quien
clasificaba al mundial de Estados Unidos 1994, él era el capitán de su selección.
Se ve que algo le quedó adentro durante varios años al bueno
de Graham.
Pero vamos al partido.
Hoy los vemos desde la comodidad de un sillón y con el aire
condicionado en 18, en familia, como se ven los partidos en Argentina, pese a
la comodidad y el confort estamos nerviosos, un mínimo error puede ser el
causante de quedar afuera del mundial.
Comienza el partido, los primeros 30 minutos son monótonos,
con Argentina intentando entrarle a Australia, pero sin conseguirlo, los
australianos utilizan la táctica de cortar las jugadas con patadas, el árbitro
bien, bien permisivo.
A los 35 minutos centro desde la derecha para Argentina, la
pelota rebota, le queda a Messi que la juega para Mc Allister, este la toca
para Messi que entra al área a toda velocidad y si, gol de Messi, golazo, tocándola
con la zurda hacia el palo derecho del arquero, la pelota pasa entre varios
australianos y el arquero reacciona tarde, gol, el partido se pone 1 a 0, un
poco de alivio para Argentina y para los que vemos el partido.
Empieza el segundo tiempo, Australia fiel a las artes oscuras
del futbol continúa pegando patadas a diestra y siniestra, el arbitro bien,
bien a favor de los que pegan.
Hay jugadores australianos que a esta altura del partido están
jugando gratis, ellos son Degenek, Irvine, que ya viene amonestado del primer
tiempo, mete una murra en la segunda etapa que el árbitro deja continuar la
jugada y después se olvida de
amonestarlo, otro que juega gratis es Baccus, que en dos jugadas parecidas hace
la misma falta, meter el pechazo y tirar
a un jugador argentino al suelo, más la suma de otra patada, ninguna de las tres faltas es
sancionada con amarilla.
Julián Álvarez corre a todos los australianos, incluidos el
arquero, estos salen jugando desde abajo al igual que Argentina, costumbre o
modismo que no nos gusta para nada, cuando se puede hay que salir jugando, si
no se puede hay que tirarla para arriba.
A los 57 minutos, entre De Paul y Julián Álvarez aprietan al
arquero Ryan, se la quitan y gol de Julián, merecido por correr y buscarlo.
Ahora el partido se pone 2 a 0.
Pero somos Argentina y como necesitamos sufrir, terminaremos
sufriendo.
En el minuto 72 Argentina mete dos cambios, salen Acuña y Álvarez
e ingresan Tagliafico y Martínez, el equipo argentino decae en su juego, ¿No habrán
sido prematuros los cambios? Nos parece que sí.
En el mismo minuto Australia mete 3 cambios.
A los 77 minutos, llega el descuento de Australia, con una
pelota que patea un australiano, rebota en Enzo Fernández y la pelota sale disparada
al palo izquierdo del “Dibu” Martínez, inalcanzable.
Los australianos fieles a su juego brusco y la permisividad
del arbitro siguen pegando, en un córner el grandota de 1.93 mt. Souttar le
aplica un codazo al arquero argentino digno de amarilla, el árbitro mira para
otro lado.
En los últimos minutos del partido Lautaro Martínez tuvo al
menos 3 chances claras de anotar, que las termina errando o pateando mal, en
otra jugada Messi avanza con la pelota y tira un pelotazo al ángulo que sale afuera
por escasos centímetros.
En el último minuto, córner de los australianos desde la
izquierda, la pelota rebota por todos lados y le queda a Koul (que minutos
antes ya pego una “murra” que queda impune) este gira rumbo al arco, patea y el
“Dibu” Martínez haciendo la de Dios (del loco Gatti) la ataja con una mano levantada,
la pelota rebota y la agarra con las dos manos.
Fin del partido, se ganó, pegaron mucho y a mansalva, el árbitro
pésimo, y Messi la figura.
El calor afuera de la sala donde vemos el partido es
sofocante, ha pasado lo peor, ahora podemos descansar, esperando que el próximo
viernes le podamos ganar a los neerlandeses y pasar a las semifinales, los
jugadores van a tener tiempo suficiente para descansar, tiempo que para este
partido fue tan solo de dos días de descanso.
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